jueves, 19 de abril de 2012

LA MÍSTICA DE LA FEMINIDAD



EL CAMINO INICIÁTICO DE LA MUJER ARIA

INTRODUCCIÓN
 
En el submundo actual en el cual vivimos donde la humanidad contempla con pasividad su auto destrucción, por esa lava de decadencia que la envuelve, donde todo hombre y mujer se adulteran en un nocivo “modus vivendi” lleno de aptitudes corrosivas para el mejor germen de las naciones arias, que les hacen olvidar su memoria de la sangre, es decir, su conexión con la herencia ancestral, donde olvidan su conciencia racial e histórica y cuando se desarraigan de su madre tierra, abandonando asi la esencia y vitalidad de la existencia.
Donde la lacra del mestizaje, la absurda utopía de la igualdad racial, donde el hedonismo y el consumismo han suplantado a la comunidad popular y racial de nuestros ancestros, el hombre y la mujer se han degenerado en ideologías antinaturales, decrépitas, donde lo más innoble, deshonroso y repulsivo tiene cabida y se castiga el honor, el amor a la estirpe, la lealtad para con tu patria. Donde todo acto vil y contranatura se acepta como normal y el ejemplo a seguir han convertido el mundo en una perfídia sin precedentes, el submundo de los demasiados humanos, del humano-animal, consumido por vicios y esclavizado por un orden establecido por seres al servicio del demiurgo de la oscuridad, es el kaly-yuga, ha llegado el ragnarök , donde la única solución es el despertar del hombre y la mujer arios, de donde han de hallar la luz de una antigua y nueva fe y el sendero de la lucha y la libertad, será el despertar de la memoria de la sangre, de los valores ancestrales, de los preceptos de nuestros antiguos dioses, de los designios del destino heróico-guerrero, del reencuentro con las leyes de la naturaleza y del cosmos. Pero para ello es necesario sentir y entender de la necesidad de abrir voluntades destinadas al servicio de la nación y la raza, de iniciar el camino del pueblo guerrero ario donde tanto hombre como mujer marchan al unisono en este eterno y continuo batallar.

LA DAMA, LA GUERRERA Y LA SACERDOTISA
 
Desde las noches de los tiempos la mujer aria ha tenido un papel vital dentro de sus correspondientes comunidades y clanes, es por ello que la misma empiece a encontrarse asi misma en este submundo actual, donde no puede evadirse de su esencia natural ni de su deber para con su estirpe, es necesario transmitir unas orientaciones que la hagan vislumbrar la luz que hay dentro de ella que ilumina la diosa que lleva dentro, que la guie por el sendero del honor, del amor, del deber, de la devoción de la fe aria, del ardor combativo, de la feminidad en su estado puro. Debe de defenderse contra la lacra de las adulteraciones y mutaciones antinaturales como el feminismo o el lesbianismo, aberraciones ambas y producidas por las entidades ideológicas surgidas del poder de las tinieblas, que buscan la degradacion racial de nuestra estirpe, no dejarse llevar por modas ni por vicios ni mucho menos por ideologías corrosivas para la raza y su supervivencia. Para ello es necesario que empiece a sentir y profesar la transmutación mágica, la alquimia de la feminidad, la mística de la mujer aria, para defenderse contra las maldiciones y malas artes de los enemigos de nuestra estirpe.
Pues entonces y dentro de la sagrada trinidad que la conforman la dama, la guerrera y la sacerdotisa, que son poderes que siempre han ostentado las mujeres arias, que con dichos poderes encontraran la sabiduría necesaria para actuar de modo justo y adecuado, la fuerza para combatir y la devoción hacia la fe de nuestros ancestros, la de los antiguos dioses de nuestra madre tierra Europa.

LA DAMA
 
La dama, la mayor expresión de la feminidad, la de la belleza, la sensibilidad, la de la virtud de la vida, esencia de la inspiración artística eterna de la diva, esencia del amor cortés, del sentimiento mágico del amor eterno, íntima devoción a la familia, entrega incondicional al clan.
Éstas son las expresiones y cualidades que debe de encarnar la mujer integra aria, las bases de su existencia, la norma regia de su sentir, pensar y proceder que han de guiar su camino hacia una vida superior, dedicada al servicio de un ideal, una fe eterna, la de la memoria de la sangre, el sendero de la estrella del norte. Fuerza cósmica, impulso renovado de la naturalidad, que preciosa misión, el mundo seria tan distinto, tan hermosa sería esa visión de ver que las mujeres arias encarnen en su mas íntimo ser estas nobles cualidades.
La dama debe de tener una formación exquisita, donde la cortesía sea garante de su relación con para los demás, donde su carácter indique actuar de forma resolutiva, el autocontrol y la disciplina para no dejarse llevar por falsos sentimentalismos, las bajas pasiones del animal humano, de esos indicios oscuros de la perfídia y la decadencia. Donde los valores naturales, sanos y puros sin adulteraciones sean el escudo en defensa contra esa pestilencia de ideas y aptitudes decrépitas y degradantes, enviadas de formas de modas y de los repulsivos ejemplos a seguir del sistema sionista, de las fuerzas demiúrgicas de las tinieblas.
La dama debe de cultivar las excelentes artes que otorguen a su persona y personalidad, espiritualidad, para su mejor desarrollo en todas sus vertientes, de potenciar su inspiración artística en la poesia, en la danza, en el canto, en la pintura, escultura, etcétera.
Debe de ensalzar, de expresar en todo gesto, en todo modo de proceder en cada expresión de la existencia la naturalidad y pureza de la feminidad, de la belleza y la sensibilidad, de encarnar su indocrasía natural, y defenderse contra toda manifestación aberrante y antinatural surgidas en estos tiempos de despotismo sin precedentes, de aberraciones sin límites. Debe de estar en alerta y luchar por su equilibrio e integridad.
Debe de ser una devota madre donde la virtud de la vida es la garantía de la continuidad del clan, de la raza, de la comunidad popular, como devota esposa entregada a su caballero por la magia del amor eterno. También debe de desarrollar una labor primordial en la educación de los hijos,predicando con el ejemplo y transmitiendo los valores esenciales de nuestra cosmovisión del mundo. Ella es la esencia de la familia, su protectora. Ella es el eslabón primordial de la existencia. Amará, protegerá y se sacrificará al igual que el hombre en la supervivencia de la familia y por ende el de la raza aria.
Pero asi mismo, está ligada por "sacra fidelis" al cumplir con su deber para con su nación, su clan, con la raza, de trabajar y defender el nacionalsocialismo junto con sus camaradas masculinos, que, si es necesario por cumplir por su honor, su deber, alzará la espada del combate, al igual de ayudar a la comunidad en los momentos de mayor dificultad, haciendo de su máxima mi honor se llama fidelidad, transmutándose en la mujer guerrera.


LA MUJER GUERRERA
 
El ardor combativo siempre ha estado latente en el ser mas íntimo de la mujer aria, desde la noche de los tiempos la mujer ha tenido que luchar por la supervivencia del clan y de forma belicosa demostrando en innumerables ocasiones un heroísmo sin igual y de ello ya lo constatan aquellas mujeres ancestrales de las antiguas tribus germanicas, celtas e iberas como, por ejemplo, existiendo en toda pueblo indoeuropeo la figura de la mujer guerrera, transmitiendose a lo largo de las generaciones y lo ancho de la historia.
Ese ardor combativo, ese valor, ese heroísmo de la mujer aria está ligado a la misma íntimamente como resorte de la garantía de la defensa de la estirpe racial y de todos los preceptos que de ella derivan.
Por lo tanto, no es incompatible ni mucho menos distanciado de la feminidad el realizar ejercicios de deporte que conllevan a un desarrollo físico acorde con las exigencias raciales, donde se perfecciona la belleza y se forja el carácter y la determinación , como asi mismo de despertar el afán de superación propio. Al igual de ejecutar una instrucción como combatiente integral para cuando surja la ocasión de proceder adecuadamente en toda situación belica, junto al hombre en defensa de la nación y la raza.
Tiene que ser la heredera de aquellas heroínas que en un momento histórico dieron muestras de proezas iguales a las de los hombres, y tener un espíritu de sacrificio, de altruismo para con la comunidad popular-racial, que si se da la situación, entregar la vida en aras de la pervivencia de la misma.


LA SACERDOTISA 

Al igual ocurre con la figura de la sacerdotisa, ha tenido un papel vital en las celebraciones de rituales y costumbres dentro de nuestras ancestrales tradiciones que han sido en todo los pueblos indoeuropeos a lo largo y ancho de la historia, ya sea como sacerdotisa o en las preparaciones de dichos eventos. La mujer siempre ha estado vinculada al mundo místico, espiritual y natural como eslabón de sacra comunión entre la comunidad y los dioses, presidiendo rituales, siendo magas, curanderas, preparando todo lo necesario para la preparación de solsticios, equinoccios, bodas, bautizos, y en los rituales guerreros y de amor también. También son expertas en la medicina natural, conocedoras de la sabiduría del cosmos y el eterno orden de la naturaleza , también encarnan la vertiente mágica y misteriosa de la vida, de la naturaleza, de los elementos vitales, de los estados de conciencia superiores, de los secretos de la existencia, del amor, de los designios del destino, de la muerte en si.
Por ello la mujer aria en su despertar, en su encuentro en si misma, desde la profundidad de su mas íntimo ser hallará su mística, su esencia, su conexión con lo sacro y mágico, la revelación de su misterio.
La mujer debe de ser fiel devota de las tradiciones y cultos ancestrales, de estar entregada a sus celebraciones donde ha de ocupar el puesto que le corresponda incluso el de sacerdotisa como vínculo de sacra comunión con los dioses, el cosmos y la naturaleza, la alquimia de la ancestral sabiduría aria. Ha de conocer la naturaleza sus misterios y sus secretos, el significado y la expresión de nuestros rituales, de los conocimientos de nuestros símbolos y nuestras leyendas (que son realidades ocultas por un poder al servicio de la manipulación) las técnicas místicas para alcanzar estados de conciencia superiores. Ha de conocer los ciclos del cosmos y del universo. Éstos son los grados más destacables de la iniciación de la sacerdotisa aria, la gran encarnacion de la virtud de la vida y el misterio de la misma.


GARCIA  DE TOLETUM

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