Homenaje a los caídos

LOS HÉROES DEL RAYO, DE LA LUZ Y LA ESPERANZA

HOMENAJE A LOS CAÍDOS

Mis hermanos y camaradas, caballeros y damas NS, hoy enarbolamos las banderas del honor, del recuerdo, los símbolos de la eterna gloria, dedicados a todos nuestros inmortales caídos, que con sus gestas y proezas, con su dedicación de sus vidas a ennoblecer nuestra raza, en el eterno y continuo batallar por nuestra sagrada tierra, por nuestra estirpe racial, por un nuevo amanecer, sacrificaron lo mas preciado de su existencia cuando la fidelidad y el deber los reclamo.

Queremos rendir nuestro homenaje a ellos a todos nuestros héroes caídos que a lo largo y ancho de la historia y del tiempo, y a lo ancho y largo del orbe mundial permanecieron firmes con total resolución y determinación en su posición, con la mirada clara y la frente levantada e impasible su ademán. Ellos son nuestros guías en el ejemplo a seguir, nuestros maestros en la enseñanza de los sacrificios en nuestra lucha, porque ellos nos enseñan que la muerte no es el final, que es victoria porque jamás capitularon, fueron fieles a su juramento, mi honor se llama fidelidad. Porque en su sangre derramada de ayer, brota la semilla de la esperanza del mañana. Hacia ellos nuestra devoción, por ser la llama eterna de nuestro ideal, porque su acción se transmuto más allá del mito y la leyenda alcanzando póstumamente la gesta de lo legendario.

Porque ellos supieron vivir y morir como héroes, porque ellos fueron como el rayo que irrumpe en la oscuridad de la tormenta, ellos iluminaron con su luz una época oscura, emprendieron la marcha al combate por nuesra raza y nación bajo el signo de la muerte, y cubiertos de gloria murieron con la espada alzada.

Por ello nuestra eterna fidelidad, como eterna es la gloria de nuestros héroes caídos por ellos, nuestro más ferviente recuerdo y en él, el ardor que impulsa nuestro hechos de seguir y continuar su misión, que es el legado que nos dejaron, somos depositarios directos de su afán, de su fe, de sus gestas, porque en los tiempos que hoy discurren necesitan nuevos héroes y nuevas gestas a emprender. Hoy y en el mañana llegará nuestro turno de demostrar que la sangre de nuestros caídos y de nuestra estirpe no ha muerto aun y que la ofrenda de nuestros héroes no fue empresa estéril, si no, todo lo contrario, es el camino a seguir de nuestras futuras legiones de guerreros arios, que nos hemos consagrado y jurado ante el altar del deber, del honor, de la lealtad y postrado ante las catacumbas de nuestra patria, de no parar hasta conquistar, hasta vencer o morir, porque recordad; sólo merece vivir quien por un noble ideal esta dispuesto a morir.

¡HÁGASE NUESTRA VOLUNTAD!

 GARCIA  DE  TOLETUM