Orhan Sircasi, de 32 años de edad y de origen turco, fue capturado por la Policía en el distrito de Kreuzberg de la ciudad de Berlín, tras asesinar brutalmente a su esposa, Jessica Ware, de origen europeo, cortándola posteriormente en pedazos, todo delante de sus seis hijos.
La brutalidad no paró ahí. El turco cogió la cabeza mutilada de su víctima y subió hasta la azotea del edificio donde residían, con la testa de su esposa en una mano y el cuchillo de cocina en la otra.
La policía atendió a las llamadas de los vecinos, que observaban estupefactos cómo el hombre, desde la azotea situada en el quinto piso del inmueble, columpiaba la cabeza de su mujer.
Luego de increpar a los policías, el turco lanzó a la calle la cabeza de su mujer, mientras gritaba una y otra vez en estado de trance: ”Allahu Akbar” (“Alá es grande”).
El espectáculo de la cabeza decapitada de la mujer en plena calle, en medio de un reguero de sangre, provocó que algunos testigos presenciales tuvieran que ser atendidos por miembros del servicio médico que se trasladó hasta el lugar de los hechos.
Los vecinos relatan que Sircasi solía emplear la violencia contra su esposa, sobre todo cuando se hallaba en estado ebrio. “La pateaba y la amenazaba de muerte continuamente”, indicó uno de ellos.
Los niños, con edades comprendidas entre los 8 meses y los 10 años de edad, han sido puestos bajo supervisión psicológica tras presenciar el terrible suceso.
alertadigital.com
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